Destellos de sentimientos rondan por mi cabeza, y un pequeño te quiero no lo puedo decir con certeza. Juzgo mis propias acciones con una extrema dureza, para que mi corazón no se desarme pieza por pieza. Te digo que tal vez, muchas veces que quizá, pero todo eso lo hago para no tener que expresar, expresar aquello que quiero y tengo miedo a que te disgustes, pero por ahora no lo diré con certeza, pero te diré que quizá me gustes.
Quizá,
palabra que te deja en duda pero sabes que detrás se esconde un sí y de eso
estás segura, que de mi corazón roto quizá tengas la cura, porque lo tengo
remendado y día a día tengo que ponerle curas. Mi mente, me pide que lo intente
pero le digo que ahora no es igual que esto es diferente que no eres como las otras
y eso es bastante aparente, y luego me dice en la cara que no niegue lo que se
siente.
Cuando
te veo dudo incluso de mi existencia y me quedo sin palabras ante tu extraña
belleza, porque eres para el artista como su más bella pieza, y combinas personalidad
y físico, sin hablar de tu delicadeza, fría y calculadora combinada con lo
extrovertida, puedes pasarte de seria así como de divertida, escodes tu
personalidad debajo de tu gran mentira, y solo los que bien observan conocen
algo de tu vida.
Me
cuesta no escucharte, me cuesta no observarte, porque cuando hablas y me miras
rápido mi corazón late, que te quiero bastante he aquí el tema, pero decirte o
no decirte se convierte en un dilema, el dilema de mi vida el dilema de mi
historia, pero deseo poder besarte y sentirme que estoy en la gloria, y este es mi gran
deseo atesorarla como joya. Porque mi querer hacia esta dama, no tiene
trayectoria, ya que tuvo principio tan sólo en mi memoria.
Merece a alguien que la quiera,
así como yo lo hago, pero que por lo menos sea valiente y quede como un vago.
Vagabundo por la vida, mendigo de su querer solo por no querer decir lo que
siento por no perder. El miedo se apodera de mí, y no permite que se lo diga
porque temo que después de eso, pierda a una gran amiga, es cierto que las
relaciones buenas nacen de una buena amistad, pero es un pequeño lujo que yo no
me puedo dar.
Soy chico de pocos amigos, tal
vez de no muy buena presencia pero si soy un poeta que posee bastante decencia.
Mucha cultura y educación, con más incógnitas que una ecuación pero contigo
todas las respuestas aparecen como un resplandor, eres rosa en el camino, ángel
flecha de mi destino y uno de mis pocos deseos es poder estar junto contigo.
No te pido toda una vida porque
sé que no se puede, pero te pido esos momentos que son los que al mundo mueven,
solo pido tu sonrisa, pido tu hermosa mirada y esas palabras que al decirlas de
besarte me dan ganas, en esta fría guerra de la caldera enciendes las llamas, y
quemas a este pobre soldado en llamas de pasión mientras aclama; pido por lo
menos un quizá, y así llenarme de esperanza para por lo menos saber si tu
querer mi persona alcanza.
Sé que el amor para nosotros es
como algo inexistente, pero puedo decir que el querer ya es algo propio de la
gente, sin embargo no soy igual, sabes que soy diferente de ese tipo de
personas que no dice lo que siente, y si dudo en declararte algo, esa cosa
tiene más valor que la palabra de cualquiera que te venga a declarar amor.
¡Quizá Te quiera, quizá me
gustes! Te lo digo y espero no te disgustes, porque a veces dudo de si existe
el cielo o existe el mar, incluso he dudado de si me puedo llegar a amar. Pero
hay algo de lo que sé que dentro de mí no voy a dudar, y es que desde hace
tiempo, tú me empezaste a gustar, y si lanzo un quizá no tienes por qué dudar,
debido a que es solo un sí del cual me da pena hablar.
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