Queriendote en silencio
Segunda Parte
Mujer
solazada, amante del café caliente, quién podría imaginar que soy una recreada
que le encanta la escritura y el expresar en líneas mis pensamientos y deseos,
esos que se van con una canción o con el abrazo de algún amigo, esto al quedar
sensibilizado por mi ternura para con los demás, pero, quién tendría la
oportunidad de lograr quitar de mi la apnea que me persigue y me va consumiendo,
apnea cargada por falta de aceptar de que su amor no me corresponde, de que
debo de darme por vencida y obviar la idea absurda de seguir luchando contra el
viento.
Pensar
que soy capaz de imaginar tus manos en mi cuerpo, abrazándome fuertemente y,
que aunque me encuentre destrozada por el llanto y la tristeza seas tú el encargado de hacerme sonreír, de
que no puedas aceptar el verme destruida por los pensamientos que me agobian y el
miedo que duerme conmigo, que llegue el atardecer justo en el momento en que
nuestros labios se encuentren en una aventura difícil de creer pero fácil de
experimentar.
Sé
que tus amigos te hablan de mí, sé que te cuentan eso que quieres escuchar, más
te equivocas, te dicen lo que yo les hago creer, esto porque desde que descubrí
lo que siento por ti cargo conmigo un disfraz, y con ello me estoy ganando el mantenerte
lejos y al hacerlo me evito el enfrentar la cruda realidad de que nunca estarás
conmigo, te has metido completamente en mi vida, y aunque en el reflejo del
espejo se encuentra un corazón que llora al verte pasar y ni siquiera notar mi
existencia, yo sería capaz de emprender una lucha, más, me encuentro perdida en
un mal de amor, buscando la solución día a día, solución que con el pasar se va
convirtiendo en un problema más para el milenio, pero sin recompensa alguna.
Duele
saber que no eres feliz, quiero olvidar esos pequeños detalles, que aunque
parecieran insignificantes se convirtieron en parte de mí pensar, en manantial
para mis labios, los llevo como tatuajes en mi mente y memoria en mi piel, y
aunque te parezca algo incierto, confuso o tonto, así es y no lo puedo evitar, Fernando.
HERMOSAS PALABRAS
ResponderEliminar