Silencio, domador de batallas; dueño de aquel que tiene y no tiene agallas, dicen que vale más que mil palabras, pero por silencio también hay personas esclavas.

"Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla"; sabia y antigua frase la cual creo es bastante falsa, el alma se esclaviza o se libera por lo que dice o no dice, de eso no hay duda, Pero ya todo depende de acciones pasadas o futuras.

Decir o callar, he aquí una gran cuestión lucha entre la razón y el corazón, de ningún problema hay que hacer mención ya que todo ser humano vive esta situación. Peleo con mi ser para decir mi parecer, y como sé que no puede ser decido callar lo que sé.

Sumergido en la desesperación, ante tal decisión; por miedo a dañar las cosas miedo a la situación. Mi corazón insiste en que exprese el sentimiento y mi mente me pregunta si estoy loco o soy menso.

Lo lamentable del caso es que ya tomé mi decisión y opino que el silencio es la mejor opción, no decimos cosas por miedo a lo que suceda y lo peor del caso es que eso también nos condena.

Las cadenas de mi silencio he decidido arrastrar las cuales son más pesadas que las cadenas de mi verdad; soy doblemente esclavo, de lo que callo y lo que hablo condenado por mis fantasmas del futuro y del pasado.

Pendientes a lo que hago se mantienen mis ángeles y mis demónios, cambiando mi persepción de todo el gran entorno, me hacen pensar en los sucesos, en los pros, los contra, y los progresos. Me motivan a hablar, me motivan a callar, ellos mismos no se deciden siquiera en que pensar.

Mi mente es muy compleja, tanto que ni yo la entiendo, pero a veces toma decisiones y del resultado me sorprendo, sin embargo la gran lucha siempre persistirá, y continuaré dubitando entre "Decir o Callar".